La realidad pareciera no darnos respiros, aún así es bello que cada vez nos abofeteé con diversas circunstancias que nos exigen a recordar que la existencia no es un adornarse la vida en la levedad y definitivamente no reconocer la responsabilidad que significa habitar la Tierra. Los eventos de este, nuestro siglo, están marcados por una serie de hechos de las que no hemos podido quedar al margen, por esta razón de parte del equipo agradecemos a toda la comunidad involucrada en esta tarea. Hacer visible la voz de quienes no tienen la palabra es la principal motivación a la que se aspira y en la que seguiremos insistiendo con la ayuda de las colaboraciones de cada unx.

Agradecer es poco cuando el compromiso nace de la responsabilidad pues es un deber proveer de espacios concretos de participación abierta, al igual que la extensión del saber mismo, para conseguir abordar todos los rincones que necesariamente nos agrupan en este colectivo.

Ha sido un periodo complejo en toda su dimensión y hacer posible esta iniciativa da cuenta de lo relevante que resulta no bajar los brazos pese a la adversidad que constantemente nos suspende. Occidente termina un periodo temporal que resulta ser irrelevante, sin embargo, el origen es aún, lo que nos deja en un lugar privilegiado en la carrera de las transformaciones profundas. Tembetá saluda a todxs quienes forman parte de la autogestión, como herramienta cotidiana y motor de nuestros ideales que supone un estandarte en las luchas sociales características de nuestro continente, esta se construye constantemente en el devenir humano y desde cada uno de los criterios que nos nutren, la línea editorial busca representar un sentir general que constantemente se sigue construyendo.

Un afecto, bamos vien.